lunes, 2 de abril de 2012

Amor de Verano


Fue hace casi un año, en las pampas olanchanas el verano comenzaba, los soles de marzo por allá son tan ardientes como las hormonas de algunas personas que andan buscando quien se las alborote…

Ya lo había visto antes más no lo conocía… fue un click al instante, tan pronto mi mejor amigo se levantó de la mesa y nos dejo dos minutos solos, comenzamos a bromear como dos viejos amantes que se entienden con las miradas ladinas propias del caso, cuando regresó mi amigo, ya habíamos pactado la salida respectiva del weekend.

 Podría asegurar aunque pocos lo crean que no fue resultado de su astucia o de mi coquetería la química que surgió de la nada, que en realidad culpo al destino, quizás cupido o la mala suerte quién nos unió, pero ese día, para bien o para mal empezó todo.

Quizás nos dimos mil besos mientras nos conocíamos y nos dejábamos llevar por la pasión y esa magia extraña que te envuelve el verano, la euforia de los veraneantes que de Semana Santa solo tiene el título…
Creo que fue un Miércoles Santo cuando nos hicimos novios. Estábamos en un bar con unos cuantos amigos. Yo andaba de shorts y camiseta, despeinada y un poco ebria. Él igual o peor. Desde ese día tiramos a la basura lo que pudo ser una bella amistad pasional que nació un verano. Pero como todo en la vida, las formalidades y los contratos lo arruinan todo.

-¿Entonces qué? ¿Vas a ser mi novia?.- me dijo él mientras tomaba un sorbo de su Port Royal.

-Ya hablamos de eso.-le dije riéndome.

-Yo no quiero ser tu “tope”, quiero que seas mi novia, no quiero que te beses con nadie más.- me dijo en tono serio, mientras me agarraba la cintura.

-Es que me da miedo… no quiero cagarla otra vez.-le dije seria mientras me acordaba del diablo del cual estuve enamorada por casi dos años.

-Yo tampoco, ya quiero hacer las cosas bien. Yo no te haría daño. Quiero que seas mi novia, no te vas arrepentir, lo prometo.-me dijo con su sonrisa fresca.

-Está bien. Hay que intentarlo.-le dije con una sonrisa, mientras bebía de mi cerveza. Pero no me sentí feliz. Pensé en el anterior. Y en el bar empezó a sonar “Tu amor me hace bien” de Marc Anthony. Tenía miedo pero me dejé llevar por el momento. “Son mis vacaciones” pensé.

-Vas a ser mía para siempre.-me dijo mientras me daba un beso con sabor a cerveza.

-“Para siempre” no existe, será mientras nos dure… .-le dije mientras correspondía plácidamente al beso.

Y el verano comenzaba. O quizás ese día terminó lo que yo creí que era diversión. Esos días de fiesta, de calor y cervezas se convirtieron en el parte aguas de una relación basada en la pasión en todas sus formas. Nos preocupamos más por conocer primero los cuerpos que nuestros corazones. Pero no por eso dejó de ser amor. Creo que empezamos a jugar con fuego y nos quemamos como se queman los cerros en pleno verano.

No fue lo que buscaba exactamente, lo que no sale planeado es lo que más te sorprende cuando sucede. Uno nunca termina de entender lo mucho que la vida sorprende sin avisar, ya sea golpe de suerte o golpe mortal, ya sea alegría o tristeza.

Puedo estar casi segura que él, igual que yo no pensó llegar tan lejos. Quizás pensó igual que yo al principio, una aventura a nadie le cae mal. No es cuestión de adularme a mi misma, pero no soy tan fea y soy simpática sin tener que estar borracha.

A los días me arrepentí de haberle dicho que sí. Le eché la culpa a las hormonas, al alcohol, al verano. Lo que ya sentíamos era una semi-obsesión del uno hacia el otro. Suena increíble pero los celos aparecieron antes que el amor (a decir verdad apareció todo antes que el amor) y cuando al fin apareció las cosas empeoraron. Era demasiada pasión. Tan poco tiempo y ya aparecían los defectos. Él un perfecto machista. Yo una despistada. Me daba igual escribirle o no. Él y su fama de mujeriego. Yo, un imán de buitres. Y el verano se esfumaba...

 Tenía que regresar a Tegus, y como siempre, cuando las vacaciones se terminan, mi emoción es parecida a un chanchito cuando lo llevan al matadero. Me acuerdo que se fue a despedir. Domingo en la noche. Le prometí ser más atenta, él prometió ir a verme ese fin de semana, ahora si venían otras pruebas más difíciles. Ya el circo se acababa, era hora de averiguar que tan dispuestos estábamos a ‘hacer las cosas bien’.
Me acuerdo de la despedida. Exquisita como siempre. En su carro. Fue un beso de esos que te dejan sin aliento. Las manos que piensan por si solas… Era la llama viva de esa pasión que nos siguió hasta el final. ¿Por qué tuvo que arruinarlo todo el amor?

Sea como sea, fue un amor de verano que en efecto no terminó con él. Terminó en el invierno por razones ajenas al buen cariño. Son cosas de la vida. Cosas que pasan. Es sin duda un buen recuerdo, por qué no decir que fue de los mejores recuerdos de mi vida. Un amor diferente, un hombre TOTALMENTE diferente. Un pendejo al que amé sin querer queriendo… el mejor amor de verano que he tenido sin duda… (por el momento)

Y como todo en la vida se acaba, también hay cosas que empiezan de la nada, nuevo año, otro verano, nuevos amores, iguales, peores o mejores. Pero siempre habrá esa playa en tu vida en la que te encuentres lo que no imaginaste. Hay amores de verano que duran lo que dura el transcurso de un cometa, otros que duran toda la vida. Cosas grandes o insignificantes, eso no importa, lo que cuenta es que vivas tu vida como unas constantes vacaciones, que esa magia y euforia no se pierdan al momento de enamorarte, pues no importa en qué momento llega, amar siempre es una aventura, muy jodida pero que vale la pena.

3 comentarios:

  1. en las pampas olanchanas despeinada y un poco ebria algo que la caracteriza...... lo que en verdad vale la pena es permitirnos sentir, dar ese consentimiento por beneficio propio no solo del alma si no que también necesidad del cuerpo, ya que se rejuvenece, no solo en verano se dan los amores de verano, he caracterizado que los amores fugaces, cometa en fin también son amores de verano porque enseñan el brillo y los distintos colores que nuestra alma tiene para mostrar. son de las vivencias que si no nos permitiríamos no tendríamos mas historias divertidas para contar. .... me encanto

    ResponderEliminar
  2. me estas incitando a hacerlo, solo que dejame aprender un poco mas, como se hace. he estado leyendo uno que otro desde que te leo a ver que dia le quito ese candado a mi mente.

    ResponderEliminar