Recuerdo como si fuese ayer cuando vine hace casi cinco años
con mis dos mejores amigos desde Olancho a hacer nuestro examen de admisión
para entrar a la UNAH. La verdad no tenía idea de como sería entrar a mi nueva
etapa de universitaria.
Primero no sabía qué estudiar y a la vez quería estudiar
todo. Por una parte ya estaba harta del colegio, quería salir de mi pueblo e
independizarme un poco más de mi familia. Pero por otro lado tenía cierto temor
de dejar la zona de confort.
La primera semana de clases en aquella universidad tan
grande fue un poco intimidante. Gente de todos estilos, colores y olores. Por primera
vez en mi vida vi a una pareja de homosexuales tomados de la mano y haciéndose
caricias sin que les importe mucho las miradas de los sorprendidos como yo, con
el tiempo me fui acostumbrando.
Siempre estuve atenta a los consejos que me daban mis primas
mayores de no andar preguntado dónde quedaba tal edificio, pues según por
tradición o simple maldad, los estudiantes más veteranos dan la dirección
errónea y si es posible, los mandan al otro lado de la U a los ingenuos de
primer ingreso que no ubican todavía los edificios.
Fue ir conociendo otro mundo. Y me gustaba la idea. Aún recuerdo
los nombres y los rostros de mis maestros de las clases generales. La mayoría de
ellos eran algo psicóticos y no los culpo. Dar la misma clase tres veces al año
por tantos años debe causar algún tipo de trastorno o fastidio.
Empecé a estudiar Psicología creyendo que era la carrera que
me convenía. Pero siempre sentí cierta incomodidad, creía que alguien más
debería estar en mi lugar. No es lo mismo que algo te guste y te llame la
atención a que lo tengas que estudiar y lo peor, ejercerlo toda tu vida. Creo
que reaccioné a tiempo y no me arrepiento de haber aprobado varias clases. A fin
de cuentas quiero pensar que e sirvió de lección y enseñanza para toda la vida.
En junio del 2009 tenía un año y medio de estar en la
universidad y poco después del Golpe de Estado, ya estaba matriculada en la
carrera de Periodismo. “Me he dado cuenta lo que realmente deseo hacer” escribí
en la solicitud de cambio de carrera. A mi sorpresa me respondieron a la media
hora: “Solicitud aprobada”. Era tan sencillo, pero sé que era el destino. Algún
gusanito insistente se metió en mi cabeza hasta que conseguí lo que quería. Estaba
decidida que quería escribir, quería contar historias. Contar la verdad que no
todos se atreven a decir y la que muchos tratan de ocultar a costa de lo que
sea.
Son tantas cosas que he aprendido siendo una estudiante
universitaria. Pero al final es poco de lo mucho y lo infinito que hay por
saber y aprender. Con el simple hecho de sentarse a observar en silencio, uno
se da cuenta de muchas cosas, uno puede observar su propia posición en la
sociedad. Uno puede ver como será su futuro en la “vida real”. Y es realmente
triste ver tanta indiferencia en muchos alumnos, crueldad en muchos maestros y
como es de esperarse la bendita corrupción que no solo contagia como plaga
nuestra universidad si no todo el país.
Pero mentiría y sería hipócrita si digo que soy de las que
andan gritando, exigiendo los derechos propios y el de los demás, no soy partidaria
del relajo y la violencia. Me fastidia mucho cuando hacen huelgas largas e
inútiles y sacan alumnos de clases creyendo que así resolverán todo. Hay quienes
defienden y muy buen sus puntos de vista, pero simplemente no comparto sus
métodos. Y no por eso soy una indiferente o golpista o ñángara o lo que sea.
El caso es que, en estos cinco años que llevo de estar
estudiando creo que tengo muy bien establecida cuál es mi ideología política,
cuál es la religión que deseo profesar que por cierto no es ninguna de las que
todos conocen si no una que yo misma me inventé. Sé quienes son los dueños de
mi país y los que nos tienen jodidos y para nuestra sorpresa somos todos los
culpables, no solo las 14 familias que mis maestros dizque comunistas no se
cansan de repetir.
Lo mejor que me pasó fue redescubrir mi vena literaria y
querer contar todo lo que veo por si algún día me pega Alzheimer y se me olvida
que un día quise hacer algo bueno con el regalo que me dio un Dios con los ojos
vendados.
Solo en la U pude comprender mejor el arte, la música en
todas sus formas, el cine que ha despertado en mi una pasión descomunal, la
fotografía, en fin… me encanta ver como los jóvenes nos expresamos sin tener
que dañar a nadie y lo mejor de todo es que uno se libera, se desahoga haciendo
harte. Creo que la UNAH y todas las instituciones públicas de educación
deberían reforzar las ofertas académicas en áreas artísticas y dejar de pensar
un poco en que los estudiantes de Derecho y Medicina son quienes merecen la
mejor educación por su fama y prestigio.
Me pregunto cuántos de esos miles y miles de jóvenes están
estudiando lo que realmente les gusta, lo que les apasiona desde pequeños o quizás
solo están viviendo el sueño frustrado de los padres de querer ser abogado o
ingeniero. Valiéndoles un comino si el fulano desde niño quería ser actor o
maestro. No saben el grave error que comete un padre al imponerle a su hijo lo
que debe estudiar porque cree que es “lo mejor”. Para decirlo más vulgar es
como cagarse en la vida del ser que más quieren.
¿Para qué estudiar? Me pregunté una vez yo y creo que se
preguntarán muchos que al igual que yo no sabían (o no saben) qué hacer con sus
vidas. Es una pregunta que la lógica te lo puede responder o la gente simple
que se cree astuta: “Estudio para comer, como para vivir”. Claro que suena
lógico, pero para mí esta mal ubicada la ecuación. Uno no debería estudiar para
hacer dinero, uno debería estudiar para ser un poco más humano. Para saber que
entre más conocemos más nos damos cuenta lo ignorantes que somos.
¿Dinero? Puedes ser multimillonario sin tener que poner un
pie en la Universidad, pero la educación es algo que no vale ningún dinero del
mundo, sin embargo en mi país es gratis y muchos no la aprovechan. El estudio
se debe ver como una necesidad del espíritu y no del bolsillo.
No hay que estudiar en Oxford o en Harvard para decir que
estamos en la mejor universidad del mundo. Eso cada quien lo hace, de cada uno
depende el prestigio que le das al lugar donde estudias. Si la supiste valorar
te esmerarás de aplicar lo que aprendiste y ser un buen profesional. Si me preguntan a mi yo siempre diré: estudie
en la mejor universidad del mundo.
tambien soy estudiante de la UNAH desde el 2008, estudio arquitectura desde entonces. Antes de terminar el colegio crei que queria estudiar medicina, pero me di cuenta que se me daban bien las matematicas y pense en alguna ingieneria; pero siempre he tenido mayor inclinacion por el arte plastico... ademas me gusta leer, cuando necesito autoterapia escribo, y cada vez que tengo un lapiz en la mano dibujo y de vez en cuando pinto.
ResponderEliminarLa arquitectura se ha convertido en otra de mis obsesiones. Asi como el cinema, sobretodo el internacionaly la buena musica.
Tambien creo que la UNAH, especialmente, deberia reforzar la oferta en areas artisiticas... por ejemplo, la carrera de Arquitectura tiene cada vez mas y mas alumnos; que actualmente se dice que son mas 1000, pero eso no me consta, en fin no tenemos edificio propio tampoco, estamos en el ultimo piso del B2 y el espacio es cada vez mas reducido, con el mismo mobiliario que existe desde que se creo la carrera hace 30 años.
Si bien todas las carreras tienen su importancia, no pueden dejarnos en el olvido a todos los demas.
Y en mi caso, me gustaria estudiar Historia del arte, pero simplemente no existe la opcion.
Y no solo hacen falta mas ofertas en cuanto a las carreras. Tambien hacen falta mas espacios de expresion y apoyo a los mismos; aunque tambien reconozco que en los ultimos años se ha trabajado un poco en eso.
Si bien estudio porque espero algun dia poder recibir los frutos del esfuerzo, ese no es mi principal objetivo. Estudio porque me gusta, me llena y me da la oportunidad de crecer como persona.
Me gusto el tema y pense en opinar "brevemente"... tambien pensaba en escribir un blog, pero no estaria mal colaborar con alguien.
Cuidate!
Gracias Jocelyn por compartir tu opinión. Yo conozco a varis que estudian Arquitectura que son metidos al rollo, tienen cierta fascinación por el arte y veo que vos no sos la excepción.. Te expresas y escribís muy bien, te animo a que abras un blog y si gustas puedo compartir en mi blog alguno de tus escritos, no lo he hecho con nadie pero veo que tenes ahi la vena literaria. cuidate un abrazo, gracias por tomarte el tiempo en leerme.
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