La tonta es aquella que fue pendeja una vez y no aprende de
sus experiencias.
La tonta es aquella que le aceptó un candy al chico que le
gusta y no midió los alcances de su calentura.
La tonta es la que cuando habla con el corazón, nadie la escucha.
Esa tonta sinvergüenza que se ríe de la vida, se ríe de sí misma y de sus
amigos.
La tonta que odia el tabaco y adora el cannabis. La que
crítica a los gringos pero le encantan esas películas cursis de Hollywood.
Esa misma tonta que creyó haber conocido el secreto para
blindarse contra el amor y esas pendejadas.
Sí, la tontita que habla mal de los hombres pero sabe muy
bien que no podría vivir del todo bien sin ellos.
La tonta o loca, ¿qué diferencia hay? En ninguna tenés el
control de tu mente y tus acciones, pero en la primera tenés la opción de serlo
o no serlo.
Tonta, tonta, muy tonta. ¿Cuándo aprenderás? ¿Cuándo te vas
a cansar de ser tonta?
La tonta que juega con ser la vanidosa y al mismo tiempo le
intimida ser el centro de atención. Esa
tonta idealista que cree en todo y en nada.
Esa tonta, la que nunca jugó a las muñecas pero le gusta
sentirse como tal. La que se siente celosa de su cuerpo, de su intimidad… y se
entrega de todas maneras a quien sepa ganar su alma.
La que nunca te niega un consejo, la que siempre te desea lo
mejor. La que te da el pedazo de carne más grande, la que se esmera por ver en
un tu cara un rastro de sonrisa. A la que nunca le das un: “gracias”, gracias
por cocinarme, gracias por acariciarme, gracias por escucharme. GRACIAS POR
AGUANTARME. Si, esa misma tontifata.
A la que nunca, ni aunque fueses un monje tibetano podrás
comprender y ser paciente con ella.
La tonta que jugó con fuego y se quemó… una de cien. La que
se contradice todo el tiempo. La que cuando toma una decisión no lo piensa
mucho. La impulsiva. La cándida. La todo lo puedo. La todo pasión…
La miope, la que llora siempre cuando ve como Mr. Big deja a
Carrie plantada en el altar. Cómo no serás tonta si tu heroína es una gringa
cuarentona que ha tenido mil novios y se la pasa escribiendo todo el tiempo
sobre el desamor, como vos, una Writer wannabe…
Es súper tonta porque pide opiniones y al final hace lo que
se le pega la gana. Es tonta porque el mundo lo ha querido así a lo largo de la
historia y no ha hecho nada para cambiarlo.
La tonta que no cree cualquier cumplido pero se toma tan
apecho las críticas. La que siempre hará caso omiso al inmenso poder que tiene
por el simple hecho de ser mujer.
La que odia de todas las formas que cualquier idiota por
alguna razón le diga: ¡sos tan tonta! La que prefiere a que le consideren
malévola pero jamás débil o ingenua. Ahh… sos una perra bien mala y de paso: tonta.
Tonta por tener esa preciosa manía de enamorarte del hombre
equivocado.
Es tonta porque quiere o es tonta porque “quizo”. La que le
abre la puerta en la media noche al hombre que la hizo llorar. La que se
acuesta derrotada en su pecho. A la que se le olvida cualquier error de su
amante. La que lo espera sentada, serena y pacífica con una botella de vino y
lencería de encaje, la que suspira pensando en sus besos… es la misma tonta a quien la dejan plantada.
La que pone a su hombre a un paso delante de ella. La que lo
anda nombrando en el cerebro todo el día. La que se compra religiosamente cada
mes la trillada revista Cosmopolitan para leer los mismos trucos sexuales que
solo la práctica y NO la teoría te pueden hacer comprender.
La tonta que fue inteligente una vez al perdonarle una
infidelidad a ese perro porque sabía que era un “excelente prospecto”. La más
tonta de todas porque le perdonó una segunda infidelidad, esta vez por el miedo
a quedar sola.
Tonta porque entre más pasan los años, más infantil actúas
en el amor. Tontísima porque le hablaste borracha al susodicho para insultarlo.
Hipersupermega tonta porque vuelves a hacer lo mismo, años después con mengano.
Ah… que tonta…
Mil veces tonta por sufrir como energúmena para hacerte bien
“la brasileña”, dejarte lampiño cada lugar más recóndito de tu cuerpo, todo por
complacerlo a él. Tonta por hacerlo feliz primero antes que a vos.
La tonta… esa misma que se quita un pesado maquillaje frente
al espejo. La que se da cuenta de que ha sido tonta por mucho tiempo y que es
hora de hacer un cambio y tener la certeza de que por mínimo que sea ese cambio,
hará una gran diferencia. Resolver y proponerse no volver a salir con pendejos,
por ejemplo.
La ex tonta o la menos tonta es la que se da cuenta que
primero está ella antes que nadie. Que su cuerpo es suyo, que es de su propiedad
y no de un fulano que se apropió de ella tan solo por regalarle unos cuantos
orgasmos.
Una mujer inteligente sabrá que su vagina es mucho más más
poderosa que cualquier pene (aunque sea descomunal o diminuto).
Sabrá asimilar de la mejor manera que un día fue un poco
tonta o la más tonta de todas pero no lo fue por siempre. Sabrá darse su valor,
sabrá que no ocupa de un hombre para alcanzar la explosión de estrellas.
Una verdadera mujer inteligente estará sabida de que para
llegar a ese estado de lucidez tuvo que ser tonta muchas veces. Que no descarta
ser un poco tonta de vez en cuando, pero esta vez lo será consciente, con cero ingenuidades,
ésta vez con alevosía y ventaja. Sabe perfectamente que no debe darse el lujo
de ser tonta dos veces con el mismo idiota. Que si no fue tonta una vez, lo
será toda tu condenada vida.