Hay mujeres que se enamoran de una sonrisa bonita, de un
cuerpo atlético, brazos y piernas de roca, de unos ojos grandes y coquetos,
otras cuantas se enamoran de la palabrería, de los cuentos de amor, de Bella y
Edward Cullen y toda la trilogía horrible de Crepúsculo. También hay mujeres
(muy pocas) que se enamoran de los buenos tratos por parte de un hombre, de los
detalles, de la sinceridad que mucho exigimos y poco valoramos.
Pero no hay que olvidar a otras “especiales” mujeres que
nunca creyeron en blanca nieves ni el amor verdadero, se trata de esas mujeres
que jamás soñaron con Ken el novio de Barbie sino con todo lo que tenía la muñeca de piernas largas, joyas,
ropa, carro deportivo, la casa de sus sueños, en fin son esas que la palabra
“amor” está camuflada en su cerebro por “dinero”.
Si todavía no estamos muy claros con respecto a estas
mujeres a las cuales les escriben hasta novelas, guiones de cine y todo el
mundo las adora no sé realmente por qué, pero en fin supongamos que hay una
tipa, que está muy guapa (por lo general son bonitas las desgraciadas), siempre
soñó en grande, pero no está dispuesta esforzarse de más trabajando como lo
hacen los “tontos”, no, ella quiere lucrarse a costillas de los demás… he aquí
el pequeñísimo detalle.
No encuentro nada de malo que una mujer sepa lo que quiere y
sea ambiciosa en la vida, creo que es un derecho que cada quien tiene y es muy
admirable quienes lo logran y mucho más cuando han empezado de cero y vienen de
abajo, utilizando muy bien la inteligencia con el conocimiento que te da la
vida y la academia, cada vez hay más oportunidades para crecer, aunque no sea
nada fácil lograrlo.
Ahora mi problema no es con las mujeres luchadoras, sino con
esas trepadoras que se especializan en exprimirles la cartera a los hombres (a
los que se dejan), sin importarles poco si les atrae, mucho menos si sienten
cariño, la mayor razón para seducirlo será su carrazo del año, su mansión de
lujo, el gran crédito en sus tarjetas, las miles de millas por viajar a Europa entre otras cosas que cualquiera soñaría y que sola esas arpías muy bien
dotadas pueden conseguir de gratis siempre y cuando haya un pendejo dispuesto a
dejarse engañar.
Pero sin irnos a las nubes y a los extremos, también están
esas rameras en potencia, y no me refiero a las prostitutas que venden su
cuerpo, si bien es cierto es una actividad algo parecida, al menos las
trabajadoras comerciales del sexo lo hacen para sobrevivir, en cambio a las que
me refiero yo, si lo hacen para obtener un beneficio económico pero
consiguiéndolo a través del engaño, por medio de sus encantos y sus tácticas de típica churnia.
No pretendía ser grosera pero realmente es algo que me
indigna, mucho más ver a un hombre ya casado y embobado por otra mujer que no
es su esposa y lo que él cree es un milagro del cielo porque una mujer de medidas ideales se fijó en él, no será más que el camino
más perfecto hacia su desgracia, desatendiendo a su familia por complacer los
gustos de una desconocida que quizás ni siquiera le ama… Es en este tipo de
situaciones en los que uno insulta la muy cuestionada inteligencia de los
hombres, se dejan impresionar por un buen culo, descuidan las cosas importantes
de la vida y no me refiero tanto al dinero.
Tampoco me quiero adentrar en ese complejo mundo de las
relaciones interpersonales, los amantes, los esposos, los novios, no es preciso
generalizar en un mundo donde hay de todo y ya no se sabe lo que es bueno o es
malo, es más, creo que es muy válido (aunque en el fondo cause lástima) ver a
un pendejo darle todo a una mujer (y cuando digo todo me refiero a todo) con tal
de no apartarla de su lado y tener a alguien con quien compartir la soledad de los
domingos, es una alegría de cartón, es el gran chiste que nos cuenta
Hollywood,
que el dinero compra el amor y la felicidad.
Es bonito cuando un hombre se esmera con una mujer,
demostrándole interés, invitándola a comer, hacerle regalos bonitos, llevarla a pasear de vez en cuando, pero de esto en mantener a una mujer es
muy distinto, con esto no me refiero a las amas de casa que no trabajan en una
oficina pero trabajan más que cualquier hombre lidiando con los hijos y la
terrible rutina de una casa, me refiero a que las mujeres somos mucho más competentes
y astutas que un hombre, y no por eso hay que usarlo en su contra, al
contrario, creo que no hay nada más respetable que una mujer que logra fortuna
a través de su esfuerzo y dedicación.
No hay cosa más admirable que ver a una
mujer que no precisa de un hombre para tener todo lo que siempre soñó en cuanto
a lo material y que nadie la señale porque se lo ha ganada sin el sudor de su frente.
Y es que me doy cuenta de algo muy triste que pasa con
algunos amigos del género masculino, cuando tienen más poder económico que una
mujer creen que pueden hacer literalmente lo que sea… tener diez mujeres si las
cuentas en el banco lo permiten… esto solo denota una cosa: lástima hacia ese
tipo que cree que con el dinero puede conseguir mujeres… si no está de más
decir que a una buena mujer, de esas que son de verdad, no se les conquista con
cualquier cosa menos el dinero, esa labor se las dejamos a las churnias finas.
Yo conozco a varias que deambulan por ahí, no son las del
Obelisco ni sus colegas del Honduras Maya, son esas mujeres idiotas que dejan a
un lado al que quizás sea el amor de su vida por otro hombre que le puede dar
un “futuro mejor” sin tomar en cuenta que encontrar un buen amor es como
ganarse la lotería aunque vivas en una choza.
Entonces, mi recomendación para los hombres, que no sean tan
pendejos y pido disculpas por decir tanto esa palabra, pero no encuentro otra
mejor; NO SEAN P…. TONTOS! Fíjense más en la capacidad de amar de una mujer y no
en sus virtudes físicas, eso es efímero, el cerebro es la parte más atractiva
de cualquier ser humano y MUJERES no nos menospreciemos al creer que solo
siendo bonitas un hombre se fijará en nosotras y peor aún, creer que podemos
aprovecharnos de eso para obtener cosas materiales.
Aun sabiendo que el amor se paga con dolor, creo que es y
será la razón más importante en cada persona para hacer cualquier locura, el
dinero claro que es indispensable para vivir pero no es la felicidad enterna,
si así lo fuese, me propondría conquistar a Carlos Slim o a Bill Gates y
convertirme en la mujer más feliz de la tierra, pero ya dejando a un lado esa
estúpida suposición, me dispongo a que me sigan rompiendo el corazón, tal vez así le pego la Loto, tal vez encuentro al amor de mi vida y me vuelvo una
arpía afortunada, pero el amor, el amorshh siempre es y será number one. Soy una
churnia del amor…y me siento orgullosa por eso.